9/14/2008

¿De quién es la tierra?


Bueno, primero pedir disculpas. He estado todos estos días sin internet y sin poder subir una foto. Así que voy a seguir por donde lo dejé la última vez. Ahora tras varios días se me acumulan demasiadas historias en la cabeza. Espero no repetirme. Vamos por partes. Ibamos camino de Jericó y del Mar Muerto. En Palestina hay tres carreteras que cruzan el norte con el sur del país. Las tres en paralelo desde el Mediterráneo hasta el Mar Muerto. Aunque las dos más cercanas al Mar Muerto están en zona B (o sea bajo control palestino e israelí) en realidad todas están bao control israelí. De hecho hay un check point, que lo llaman, "contener" bajo control israelí que si es cerrado por cualquier motivo deja incomunicado el norte y el sur del país. Si eres palestino, claro. La carretera hasta Jericó puede ser larga o más larga. Puede ser por una autopista por el desierto o por una carretera por el desierto. Depende si tu matrícula es amarilla (israelí) o verde (palestina). La segunda es una carretera que parece una serpiente que sube y baja colinas, que en ocasiones sólo puedes ir en primera y tienes que quitar el aire acondicionado del mini bus para que el motor no se caliente de más. Y nosotros íbamos en un mini bus de puta madre.... El desierto es impresionante. Amarillo, cargante, afisxante, colinas y colinas de roca sin más. Y en mitad de tanta roca amarilla está Jericó. Un oasis en mitad de la nada. Es el camino para llegar a la frontera con Jordanía. Por cierto, creo que desde la segunda intifada, los palestinos de West Bank sólo pueden salir al exterior por Jordania. Los de Gaza no pueden por ningún lado. Para ello has de entrar en Jericó, o sea pasar dos controles israelíes. Una vez que llegas a Jericó debes salir de ella, o sea pasar otros dos controles israelíes, pasar un puente y volver a pasar un control o dos de los jordanos. Nos comentaron que en total, sólo para pasar los controles y salir de tu país necesitas unas seis horas de media. Todo esto pasa en una zona en la que está catalogada como Zona B, o sea de control mixto entre palestinos e israelíes. Yo sólo vi en todo el camino un control palestino de una caseta con un soldado palestino medio dormido al entrar en Jericó. Lo demás todo, o sea todo, bajo control israelí. El Mar Muerto es para ir y no volver. Una cosa es cierta. Flotas por la cara, tio. Eso es una gozada increible. Lo demás no me gustó nada. Empezando por que las supuestas playas son de arena de obra, el agua del mar está caliente que lo flipas. No templada, no, caliente. Hiper salada; como te roce los labios o los ojos lo flipas en colores. Mucho calor. El barro ese tan bueno para la piel es un asco, caminar por la orilla llena de barro da grima, y además sólo ves turistas viejas y gordas. Y para terminar una cerveza vale 20 shekels, o sea un timo. Lo gracioso es que los palestinos pueden ir de lunes a miércoles. Esos días no suele haber un control en la carretera que lleva al Mar Muerto. A partir del miércoles se acerca el sábado, o sea, Sabbat y claro los israelíes se acercan para el fin de semana por allí. Conclusión, se cierra el paso a cualquier coche con matrícula verde. E insisto, es una zona B, o sea en teoría es territorio palestino bajo control mixto. Hoy estuve paseando con mi compañero de AP, Bernat, que se ha instalado hace dos semanas aquí en Jerusalén para currar dos años. Me ha contado que hoy hubo un entierro de un mártir en un pueblo llamado Tekoa. Resulta que ayer unos niños se divirtieron tirando piedras a unos soldados y éstos a su vez se divirtieron o se defendieron tirando balas a esos niños. Mataron a uno de once años. Hoy lo entierran como mártir. Locura tras locura.
La foto de hoy es de una parada que hicimos en el desierto camino de Jericó. No vayáis a pensar que el colega de la foto es un tuareg, beduino o algo por el estilo. Estaba allí con dos o tres más vendiendo sus cachibaches, paseos en camellos para los turistas y pasando el rato con su móvil.

1 comentario:

Kacho dijo...

Tus crónicas ponen la piel de gallina. No te inmunices. Un abrazo.